La mitad de la poblaci??n mundial habita en viviendas de mala calidad o en suburbios que no ofrecen la protecci??n suficiente contra los factores clim??ticos y que carecen de acceso a agua potable y a instalaciones de saneamiento. Millones de personas se enfrentan a contratos de arrendamiento con pocas garant??as, haci??ndoles vulnerables a un desalojamiento forzado.