Nota Conceptual: Cruzando Barreras

 

Mientras el movimiento por los derechos humanos conmemora el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), uno de los principales desafíos a los que se enfrenta es hacer que los derechos humanos influyan en los temas de la injusticia económica y la desigualdad. Si bien se han logrado grandes avances en los últimos 25 años en el reconocimiento legal y la aplicación judicial de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC), los derechos humanos aún tienen que ejercer un impacto significativo en el abordaje de las injusticias estructurales y las fallas políticas que causan abusos y desigualdades crónicas sobre los DESC.

 

En el mismo período en que el movimiento de derechos humanos logró fortalecer la protección normativa e institucional de los DESC, el fundamentalismo de libre mercado y la austeridad fiscal se han atrincherado, alimentando una escalada en la desigualdad económica a niveles no vistos desde la Gran Depresión. Los nuevos y elevados compromisos mundiales sobre desarrollo sostenible no han logrado cambiar los paradigmas, las políticas y las prácticas que sustentan la pobreza y la desigualdad. El auge del populismo autoritario al servicio de las élites económicas ha puesto en retirada a los discursos y programas progresivos, mientras que el resurgir del nacionalismo económico amenaza con revertir los frágiles avances en la cooperación multilateral en temas como desarrollo, comercio, impuestos y cambio climático.

 

CESR considera que para contrarrestar estos desafíos es necesario volver a conectar con la visión igualitaria y redistributiva que sustenta la Declaración Universal de Derechos Humanos. Esto, a su vez, requiere un compromiso mucho más profundo con actores más allá del movimiento de derechos humanos, que se involucran más frontalmente contra la distribución desigual de poder y recursos que está en la raíz de la privación de los DESC, y que están desarrollando modelos económicos, sociales y de desarrollo alternativos y transformadores.

 

En los últimos años, las organizaciones por los DESC, incluido CESR, han buscado fortalecer la colaboración con actores en otros campos que trabajan por la justicia económica y social utilizando marcos, discursos y métodos diferentes a los del movimiento de derechos humanos, pero potencialmente convergentes con ellos. Estos sectores incluyen economistas heterodoxos, defensores del desarrollo y la justicia fiscal, sindicalistas, ambientalistas, defensores del derecho a la tierra y la justicia climática, y movimientos sociales que trabajan por el género, la raza y otras dimensiones de la igualdad.

 

Dichas colaboraciones han ayudado a llevar los argumentos y estrategias de derechos humanos a nuevos terrenos, desde los consejos de desarrollo comunitario hasta las salas del FMI, estimulando el alcance y la efectividad de la defensa de los derechos socioeconómicos. Y también han apoyado las luchas por la justicia fiscal, ambiental y del desarrollo ilustrando nuevos entendimientos sobre esa justicia, aprovechando el marco de los derechos humanos como un vehículo para desafiar políticas y prácticas injustas, y tomando cuentas a los responsables.

 

 

Estas sinergias crecientes entre movimientos afines que persiguen objetivos comunes se encuentran entre los desarrollos más prometedores en el campo de los DESC. Sin embargo, rara vez ha habido espacio para reflexionar sobre los desafíos que se enfrentan al trabajar en distintas disciplinas y áreas de incidencia política, las condiciones que hacen que dicha colaboración sea efectiva, cómo se puede fomentar y cómo se puede mejorar el aprendizaje mutuo sobre la cuestión de fondo y la estrategia.

 

Beyond Boundaries reunirá a representantes de estos diferentes campos, así como a miembros de la comunidad de derechos humanos que han venido trabajando más allá de los límites del ecosistema de derechos humanos, para explorar cómo la colaboración interdisciplinaria puede enriquecer estrategias y metodologías para promover la responsabilidad por los derechos humanos en el ámbito socioeconómico. El objetivo es identificar oportunidades concretas y estrategias para fomentar un compromiso más dinámico entre el movimiento de derechos humanos y los actores que trabajan por la justicia económica y social en la búsqueda de objetivos comunes o convergentes.

 

La reunión explorará ejemplos específicos de colaboración intersectorial en tres áreas amplias:

 

• Justicia climática y ambiental: que abarca cómo los derechos humanos se pueden desplegar de manera más efectiva en las luchas por el acceso a la tierra, los alimentos y los recursos naturales, y en los esfuerzos para combatir el cambio climático.

 

• Justicia fiscal y económica: que abarca las alianzas emergentes entre activistas de derechos humanos y de la justicia tributaria / presupuestaria que abordan la distribución injusta de recursos, y las conexiones con movimientos sindicales que defienden los derechos de los trabajadores a medida que disminuye en todo el mundo la participación de los trabajadores en el ingreso. 

 

• Alternativas de desarrollo: que abarca las relaciones de la comunidad de derechos humanos con actores que promueven nuevos paradigmas de desarrollo económico y sostenible, y proponen modelos de protección social transformadores.

 

Beyond Boundaries reflexionará sobre ejemplos específicos de colaboración interdisciplinaria de cada una de estas áreas, a fin de analizar los factores que conducen al éxito de tales iniciativas, los desafíos enfrentados y las lecciones aprendidas. Tendrá lugar durante dos días y medio, y la agenda se estructurará de una manera muy interactiva, con aportes de los participantes, y con una combinación de mesas redondas y sesiones grupales de taller.

 

El resultado inmediato será un conjunto de recomendaciones para los actores dentro y fuera de la comunidad de derechos humanos sobre cómo fortalecer la defensa colaborativa de los derechos económicos y sociales de manera que responda a los desafíos identificados. En última instancia, CESR espera que la reunión establezca las bases para una acción colectiva más amplia que pueda enfrentar de manera más efectiva los procesos que impulsan la desigualdad y el empobrecimiento socioeconómico, y contrarrestar la creciente política de exclusión, polarización y temor que han generado.

 

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